Turno 1: Junio de 1812Primeramente, echemos un vistazo a la presentación de la campaña que aparece previa a la selección de la misma.

En este primer turno de juego –al igual que en muchas otros escenarios–, la práctica totalidad de las fuerzas terrestres norteamericanas están "fijas" (inmóviles). Se identifican por el candado junto a la ficha de la fuerza en el mapa así como en el panel de unidades. Según los casos, estas unidades fijas no pueden salir de la región en la que se encuentren hasta que:
- La fuerza fija sea atacada por el enemigo.
- Pasen un número de turnos determinados (especificados en el recuadro de sugerencias).
Podemos comprobar revisando el listado de fuerzas en el Libro de Control (F1), y usando el filtro que selecciona las fuerzas que no están fijas (el botoncito con un candado tachado).

Efectivamente, además de las fuerzas navales estacionadas en puertos costeros, lacustres y fluviales, tan solo el ejército comandado por William Hull (en Detroit, Michigan) y la pequeña fuerza de Wilkinson (en Pensacola, Florida), pueden moverse en este turno.

Hacemos que las tropas de Hull salgan de al ciudad para que vayan ganando en atrincheramiento cuanto antes.

Por su parte, Wilkinson y el 3º de Infantería no pierden el tiempo. Son embarcados en la flotilla del comodoro Shaw, que zarpa hacia la Bahía de Biloxy.
Todas las fragatas bergantines anclados en los puertos atlánticos ponen rumbo hacia sus áreas de patrulla en el Atlántico y el Caribe. Intentarán capturar todos los mercantes británicos que puedan, a la vez que tratan de evitar a los buques de línea de la Royal Navy. Sin embargo, una idea está en todas las mentes de los capitanes norteamericanos: ¿Qué hacer si se topan con una fragata británica?
En el lago Eire está estacionada la flotilla mandada por Thomas Chauncey. ésta junto a los buques anclados en Detroit intentarán mantener el control norteamericano de esas aguas.

En el Lago Ontario los buques norteamericanos están tienen sus bases en Oswego y Saket's Harbor. Su comandante es Oliver H. Perry.

Las fuerzas navales que operan en los lagos Champlain y George son –al igual que los propios lagos– más reducidas. Su comandante es T. MacDonough, y operan desde los puertos de Wisnooki (Plattsburgh, NY) y Crown Point (NY).

Sigamos repasando la situación y composición de las fuerzas terrestres que, en este turno, permanecen fijas. Dos de las principales se encuentran estacionadas en la zona fronteriza que marca el río Niágara. Son la brigada de Smyth (en Buffalo, NY), y el ejército mandado por Van Rensselaer (estacionado en Fort Niágara, NY).

La última gran fuerza norteamericana la encontramos en Albany (NY). Es el "Ejército del Noroeste", con el inefable Henry Dearborn (del que ya tuvimos noticia de sus finas capacidades como analista y estratega teórico) al mando. En esa misma área encontramos numerosas guarniciones y pequeños contingentes de tropas compuestos, e su mayoría, por Milicias estatales.

Al sur del lago Eire y en el País del Ohio las guarniciones de los puestos militares y ciudades que los tienen, son todavía más reducidos. Esto está en concordancia con la baja densidad de población de esos territorios, tan solo parcialmente colonizados.


Más al oeste, en el Alto Mississippí, los enclaves civilizados y las guarniciones son todavía más escasos.

La desembocadura del gran río tiene otro aspecto, dominado por la ciudad de Nueva Orleans.

En la costa atlántica, solo las principales ciudades portuarias cuentan con guarniciones.



Finalmente, en la costa de Maryland, Delaware y Pennsilvania se se hayan muchas de las principales ciudades, incluyendo la capital, Washington DC. Es por ello que las guarniciones militares son más numerosas.

La última guarnición importante está en la ciudad de Nueva York.

De salida disponemos de reemplazos de guerrillas, milicias y navales. Sin embargo, tal y como hemos establecido, solo las unidades acuarteladas en depósitos los podrán recibir.

En cuanto al control de objetivos, comenzamos igualados. Nuestra moral nacional (100) es más elevada que la británica (90).

Comenzamos las operaciones. En el Lago Ontario ordeno a las dos flotillas norteamericanas que se agrupen para bloquear a los buques británicos anclados en Kingston-on-the-Lake y a los que puedan entrar en el lago por el río San Lorenzo, desde Montreal. La idea no es mala, pero peco de un exceso de agresividad, situando a mi flotilla en actitud ofensiva.
¡Suenan los primeros disparos de la guerra!
El resultado es una victoria táctica, pero que tiene bastante de pírrica. Siendo realista debo tomarla como una pequeña derrota estratégica. Recordad que es primordial el dominio de los Grandes Lagos.

Para finalizar el turno se nos informa de dos acontecimientos: la declaración oficial de guerra aprobada por las Cámaras y firmada por el presidente Madison, y la captura del USS
Cayahoga.


