[color="#000080"]82. NOVIEMBRE, 1760.[/color]
El otoño avanza y el nivel de operaciones conforme el tiempo va empeorando con lluvias continuas va disminuyendo.
El teatro austriaco se presenta de cara al invierno con algunas fuerzas austriacas aun en campaña pero que según avance el mes irán buscando sus propias posiciones más protegidas. Así se puede observar como a principios de mes las tropas del príncipe Carlos de Lorena, se han ido retirando de Kolin hacia el Sur.
En la segunda mitad del mes. El príncipe Carlos continúa con su marcha hacia el Sur, mientras el asedio que se está realizando sobre Brunn continúa pero sin ningún resultado apreciable para el enemigo. De poder mantener la posición sería interesante para poder volver a amenazar Viena.
De todas formas en este sector, realizaremos un cambio sobre el terreno. Hasta ahora, Seydlitz y sus tropas estaban con las fuerzas que mantienen el control de Praga y con las que se puede lograr un avance importante en las próximas campañas, mientras Federico había permanecido en Sajonia como fuerza de cobertura. Invertiremos ese estado y Federico partirá hacia Praga con sus hombres para ponerse al frente de las operaciones ofensivas, mientras Seydlitz se encargará de la retaguardia.
En cuanto al otro teatro más activo de la guerra en Europa, el francés, vemos diferentes fuerzas, francesas e imperiales, en posición de amenazar Kassel, aunque por lo avanzado de la estación confiamos en que un asedio sea poco probable.
Por otro lado, sobre el Rin las fuerzas, a principios de mes, se repliegan hacia Wesel, permaneciendo los hanoverianos de Ferdinand sobre Düsseldorf.
Con esta situación, en la segunda mitad del mes aparece una oportunidad de castigar a una fuerza enemiga. Unidades enemigas del Palatinado se encuentran en Hermanstein, a pocos días de marcha de Düsseldorf, por ello Ferdinand hace una rápida salida de la ciudad con intención de regresar a ella antes de que acabe el mes y tratar de golpear al enemigo.
Pésimas noticias llegan de Gran Bretaña. El soberano Jorge II, nuestro firme aliado, ha muerto. Su nieto, George William Friedrich es coronado rey con el nombre de Jorge III. El impacto de la triste noticia se hace sentir sobre nuestra moral.
La operación de castigo planeada por Ferdinand tiene éxito y el enemigo es interceptado y derrotado en Hermanstein, perdiendo 3.000 hombres.
