[color="#000080"]55. FINALES DE JULIO, 1759.[/color]
En Sajonia la situación sigue muy caldeada. Los austriacos han sufrido severas derrotas pero permanecen apostados en las cercanías de Dresden y parecen dispuestos a seguir su ataque a pesar de los reveses.
Sin embargo, la presumible disminución drástica de la fuerza del enemigo frente a Dresden, nos lleva a tomar una iniciativa con un riesgo calculado. Mientras Keith y Heinrich permanecerán en Dresden, las tropas de Federico salen de allí para dirigirse a Torgau, a continuación a Chemnitz y por último a Leipzig, tratando de borrar de un plumazo la opresiva presencia enemiga en el resto de Sajonia, aprovechando la concentración prusiana en Dresden.
En el Norte, las tropas de Seylitz y Moritz se separan. Moritz permanece en Stralsund atacando al contingente sueco, superior aun en número pero muy inferior en calidad como se ha demostrado ya a lo largo de 1759. Tratará de seguir sometiéndolo a castigo mientras amenaza Stralsund.
Por su parte Seydlitz se dirige a toda prisa a Wismar. Una pequeña fuerza sueca se encuentra en el interior de esa ciudad y por eso Seydlitz, con la agresividad que le caracteriza, se dirige hacia allí con la intención de asaltarla en cuanto llegue.
La intuición que habíamos tenido respecto a la situación del enorme ejército francés ha demostrado ser correcta. Las tropas de Hessen y Braunschweig se han retirado a pesar de que ya habían conseguido una brecha en Frankfurt, pero de poco hubiese servido porque las primeras columnas francesas e imperiales ya estaban llegando, lo que hubiese supuesto combatir en una inferioridad numérica extrema.
Mientras tanto las tropas de Ferdinand han iniciado un asedio simulado sobre Wesel con la esperanza de volver a atraer a franceses e imperiales sobre si y mantenerlos en movimiento continuo defendiendo sus posiciones. Por prudencia y para evitar enfrentarnos a tropas enemigas superiores en número que pueda haber por la región, las tropas de Hanover iniciarán una retirada hacia la otra orilla del Rin.
Mientras, la invasión de Moravia continúa. Olmutz ya está bajo asedio de las tropas de Schwerin, que siguen avanzando sin oposición. La principal dureza austriaca en la zona sigue fija en la posición frente a Schweidnitz, que resulta cómoda para nosotros ya que de momento no ataca ni se mueve para tapar la brecha abierta en la zona más oriental del dispositivo austriaco.
Y en Königsberg, continua un ligero asedio sin consecuencias de momento para los defensores que tras tanto tiempo siguen guardando las murallas de la ciudad.
Un nuevo batallón de infantería es construido en Stettin en esta ocasión. Irá destinado a la fuerza de Bevern, pero nos resulta imposible construirlo más cerca, así que se elige esta ciudad donde las barcazas ancladas en su puerto podrán trasladar la unidad de manera rápida hasta Breslau una vez esté operativa.
El cañón ruge con intensidad en esta segunda quincena del mes de julio. El 16 de julio, Moritz ataca de nuevo a los suecos. Otra batalla a una pequeña escala a pesar del volumen de las fuerzas implicadas que se resume en otra victoria prusiana, que poco a poco va desgastando al enemigo.
A Federico apenas le bastan dos días para llegar a Torgau y ataca y destruye sin ninguna misericordia la pequeña fuerza austriaca allí presente, eliminándola por completo y capturando el carro de suministros que la acompañaba.
En Dresden y a pesar de las derrotas ya sufridas, los austriacos atacan de nuevo en dos ocasiones, los días 20 y 21 de julio, recibiendo dos nuevos varapalos, especialmente el segundo. Entre ambas batallas los prusianos sufren unas 3.500 bajas, sin pérdida de ningún elemento. Por contra, los austriacos pierden unos 15.500 hombres y la pérdida de 53 elementos. Todo un descalabro.
La llamada “Marcha de la Muerte” del rey prusiano se detiene en Chemnitz donde ataca la ligera fuerza allí presente. No consigue eliminar al enemigo por completo, pero le provoca una ratio de bajas de cerca del 50%.
En Wismar, nuevos desastres para la coalición antiprusiana. Las tropas suecas han permanecido en el interior de la ciudad y Seydlitz las ataca en dos días sucesivos hasta eliminarlas totalmente.
Finalmente, una avanzada imperial que ha combatido con el ejército francés y que se había dirigido hacia Frankfurt, ha alcanzado Kassel. Se trata de tropas lideradas por Zweibrucken, aunque la zona densamente poblada que rodea la ciudad no la hace óptima para el despliegue de las líneas de batalla. La victoria es de Zastrow, pero las pérdidas por ambas partes son muy moderadas.
